Juan Rodó: ” Drácula es el personaje que me vio nacer como artista del teatro musical”
El actor y cantante lírico Juan Rodó regresa a Santiago del Estero, para presentar “Drácula: La despedida final”. Este emblemático musical de José “Pepe” Cibrián Campoy y Ángel Mahler.
“Drácula, el musical”, es uno de los musicales argentinos más importantes. Fue escrito y dirigido por la dupla Pepe Cibrián y Ángel Mahler, y producido por Tito Lectoure.Se estrenó en 1991 en el estadio Luna Park y realizó cinco temporadas en este legendario escenario porteño (1991, 1992, 1994, 1997, 2000), dos temporadas en el Teatro Ópera de Buenos Aires (2003 y 2007), dos temporadas en el Teatro Astral (2011, 2016).
Se concreta su gira de despedida y se presentará el jueves 22 de junio, a las 22, en el Paraninfo de la UNSE. Hablamos en exclusiva con su protagonista y nos contó acerca de lo que le genera interpretar a Drácula, un personaje que, según palabras del prestigioso artista, lo tiene “encarnado”.
¿Qué significa para vos ser protagonistas desde 1991 de este musical?
Bueno, yo siento un gran privilegio por haber sido el el protagonista que más ha duró en la historia del teatro argentino en un personaje, no esto para mí fue bueno, fue una sorpresa en aquel momento y no me deja de sorprender hoy en día que la obra sigue siendo tan vigente, que el público la siga pidiendo y me sigan brindando su reconocimiento y su cariño a través de de los años.
Para vos, qué es Drácula en tu vida?
Es el personaje que me vio nacer como artista del teatro musical, Con el cual coseché, Digamos el éxito y el cariño del reconocimiento del público y sobre todo aprendi y crecido junto a él a través de los años. Yo creo que hoy después de más de 30 años siento que el personaje ya es parte de mí es parte que digamos de mi cuerpo de mi de mis entrañas y bueno, yo siento que soy ese ese Drácula eh, creo que el personaje está en su punto de maduración Justo y creo que es una de las mejores temporadas.
En estos años de Drácula tuvimos cambio de protagonista femenina, cómo te fuiste acomodando?
Diferentes protagonistas femenina , yo creo que Cecilia Mirone es única y fue la que creó el rol y ustedes también la han disfrutado cuando fue la última función que hicimos en el Teatro 25 de mayo. La verdad es que uno a veces quiere que los los actores eternicen pero bueno, esto no se da y cuando hay renovación Es buena porque también a mí como protagonista me ofrece un un refresh y me modifica digamos el hecho de que haya una nueva protagonista femenina.
¿a quien le atribuyes con tanta trayectoria al éxito de Drácula?
Yo creo que Drácula es una una mezcla de varias cosas primero que es el público se sorprende porque el Drácula no es el Drácula digamos, No solo misterioso, Personaje de de terror que puede generar rechazo, además en esta versión, el Drácula se humaniza porque siente amor y cuando siente amor, Se modifica algo en él, que lo hace, Capaz de de renunciar a lo más preciado que tienen que su inmortalidad y en ese acto de renuncia se transforma como en un héroe se redime por amor y esto, De alguna manera, Impacta al público lo sorprende porque jamás piensa el público que va a terminar queriendo a Drácula. Entonces me parece que esto lo que sorprende sumado a una partitura exquisita una música bellísima Y bueno, sumémosle las actuaciones el despliegue escénico. Yo creo Drácula tiene tiene todos los condimentos como para para hacer lo que siempre fue una obra exitosa.
Hablando un poquito del amor y de inmortalidad,¿ qué aprendiste vos en tantos años de Drácula sobre eso?
Yo creo que la obra nos interpela en la capacidad de amor, que nosotros tenemos y lo que somos capaces de dar en grande o a baja escala, Interpela al público y por eso también, eh, golpea fuerte en la emoción Porque todos estamos llenos también de aparte de las cosas buenas, tenemos nuestros egoísmos y nuestras cosas, por lo cuales como seres humanos también Tenemos que reflexionar acerca de lo que somos capaz de sacrificar por amor y creo que eso es lo que Drácula a mí me ha enseñado, la capacidad de poder sacrificar hasta lo más preciado que uno tiene por amor.