Marco Trungelliti: “es bastante obvio que hay un sistema de corrupción”
Marco Trungelliti habló en España, con el motivo de su participación en el Challenger de Les Franqueses del Vallès como número 227 del ranking ATP. Y sus declaraciones a Canal Tenis no hicieron más que exponer la desazón ante lo sucedido después de revelar su experiencia en 2015 con la mafia de las apuestas: terminó declarando como testigo en un proceso en el que, por más que no mencionó a colegas, derivó en sanciones para Federico Coria, Nicolás Kicker y Patricio Heras. Trungelliti, residente en Andorra desde 2018, brindó un panorama poco esperanzador sobre la lucha contra esas organizaciones antideportivas y aseguró que no se sentiría cómodo con volver a jugar en la Argentina porque en su país “apoyaron más a los demás”, en referencia a los denunciados, que a él mismo.
“Es bastante obvio que hay un sistema de corrupción paralelo y que hay muchas organizaciones que están contentas con que esté porque así se mantiene a la gente que está jugando torneos ITF. En Challengers más o menos, pero en ITF es imposible pensar que es sustentable que salgas de un torneo cobrando 40 euros. A pesar de ello la gente sigue muy contenta y de vez en cuando van sancionando a algún desconocido para que se diga que trabajan, pero si quisiesen erradicarlo ya lo habrían hecho”, razonó el santiagueño.
“Les interesa que siga viva la persona a la que denunciaste. Está bastante claro el mensaje que me dejaron con lo que pasó. Muchos jugadores con los que hablé me dijeron que viendo lo que me pasó no van a denunciar nada. Y eso es precisamente lo que las organizaciones estaban buscando: que nadie más denuncie y así se acabaron los problemas. El mensaje fue clarísimo: ‘si vas a denunciar te dejamos absolutamente solo y si te matan mañana a nosotros nos da igual’ y eso es lo que está pasando. Estamos en un monopolio en el que es imposible que las cosas se hagan correctas”, lamentó.
“Hay perfiles de jugadores que lo hacen y lo que tiene es que lo van diciendo entre ellos cuando arreglan partidos porque tampoco son muy inteligentes y se nota. Pero la cosa es bastante fina y como rival tenés pruebas de lo que está sucediendo y las organizaciones se lo pasan por el culo. Hay miles de entrenadores que están involucrados, todos lo saben y siguen trabajando con tenistas que están en el top 40, 50 del ranking mundial. Son estos propios entrenadores que llevan 10 o 15 años arreglando partidos, todos lo saben y es imposible que no tengan pruebas de lo que está sucediendo”, acusó con pesar.
“Todo es cuestión de la gran cantidad de dinero que maneja este mundo. Los jugadores estamos desprotegidos y hay que escoger entre ganar 200 euros por ganar un partido o ganar 15 mil euros siendo lo que yo considero un corrupto. Tendrían que meter a entrenadores y dentro de poco a fisios, preparadores físicos… Pero no hay voluntad de hacer del tenis un deporte que dicen limpio cuando realmente te puedo asegurar que no lo es”, concluyó al respecto.
“No me interesa ir y lo que menos quiero es subirme a un avión e ir a jugar a un lugar donde todavía me siento muy incómodo por toda la situación. No creo que haya recibido el apoyo que me corresponde. Han apoyado más a los demás, lo cual es bastante paradójico, pero así es el mundo en el que vivimos y hay que aceptarlo. No sé si alguna vez volveré a jugar en Argentina porque no me gusta ni me sentiría cómodo y aún no estoy preparado para remover muchas cosas que no me hicieron nada bien. Me gustaría, pero necesitaría que el ambiente fuera menos hostil porque lo que vivimos con mi familia ahí fue bastante áspero, feo y me dolió mucho”, repasó el tenista, apoyado públicamente por Juan Martín del Potro, Leonardo Mayer, Federico Delbonis y Facundo Bagnis pero también objeto de resquemores de parte de otros colegas.
“Con el tema de los argentinos salieron algunos nombres pero a medias porque uno del tridente quedó libre y son las injusticias que hay”, lamentó.
Info TyC Sports